Para nada, no me siento obligado en lo absoluto. Al contrario, realmente me gustaría compartir un poco más con usted, fuera del trato de negocios al que estamos acostumbrados.
Y si me permite la indiscreción, como hombre de medicina, me parece que sería recomendable que abandonara un poco más seguido este taller. Como todo, el trabajo en exceso nunca es bueno.