[Sí, eso ya empieza a parecerse un poco a lo que acostumbra. Y como la sensación empieza a ser mucho más placentera su abdomen empieza a contraerse con algo más de violencia entre algunos espasmos.
Jadea contra la mesa, a veces maldiciendo tu nombre entre ballbuceos o pidiéndote que sigas y lo hagas más fuerte. Sabiendo que posiblemente ya está en su límite y para hacer todavía más intensos los estímulos, va a volver a presionarse con los dedos sobre su pecho y parte de sus lesiones.]