[Si no estuvieran solos tal vez lo único con lo que te podrías topar sería con algún sujeto que definitivamente quisiera unirse a lo que han estado haciendo encima de esa mesa. Por eso es que no está tan alerta como tú.
De hecho, ya que te tiene respirando contra su cuello sube una mano a tu cuello para darle un perezoso tironcito a tu trenza. Si no puede devolverte la mordida por esa ropa que llevas puesta, al menos que eso sí te duela.]