Shh... [Nada que vaya a desagradarte, evidentemente. Y aunque tus manos en sus costados le producen un agradable escalofrío por rozar algunas cicatrices y algunos golpes de su incidente en la calle, no es lo que busca de momento.
Te sostiene con más insistencia, frotando para tenerte algo más despierto en su palma... y cuando cree que es prudente, se reacomoda deslizando el cuerpo hasta situarse entre tus piernas para pasar desvergonzadamente a acompañar las atenciones de su mano con algunos besos.]