[Puede ser dócil a ratos, cuando le dan lo que quiere y no tiene que ir tanto a buscarlo. Y para su suerte, tú pareces haber captado eso bastante bien, lo que no ha hecho otra cosa más que excitarlo.
Engancha un brazo en tu cuello una vez más, jalándote el pelo, mientras te imita y se frota contigo, innegablemente despierto otra vez.] Kazuhiko- p-por favor...