amén
[Si estuviera menos ansioso posiblemente hasta le habría dado un poco de risa tu improvisado lubricante, pero no. En realidad está muy ocupado deshaciéndose bajo tu cuerpo con esa primera estocada que das.
Gime un poco y se recorre el pecho con una mano, rozando cicatrices, heridas y hasta las marcas que tú mismo dejaste antes, mientras que con la otra mano se aferra del sillón esperando que no tardes en embestirlo o él mismo va a hacerlo por su cuenta.]