[Sí, y en algún momento el trajo una palangana más grande con agua tibia, jabón, y un paño.
Y cuando te quitas la ropa, y ve eso... se queda. muy quieto y callado un momento, sintiendo una oleada de furia horrible, pero intentando controlarse. De todas maneras se le escapa una maldición mascullada, pero recupera la compostura, y se acerca para comenzar a limpiar eso que corre entre tus piernas, con cuidado.]