[Da otra calada prolongada, está irritado por claras razones. Pero al ver que te empiezas a levantar, se apresura en dar algunos pasos al umbral de la puerta con toda la intención de ser él quien abandone el sitio primero.]
No lo lamentes. No es nada que no pueda solucionar afuera. [Está siendo algo más cortante para hablar, pero solamente se trata de su prisa por calmarse.] Lo mismo aplica en tu caso.