[El corazón le late demasiado rápido y su vista está lo suficiente nublada con una mezcla de luces saturadas en el aire que no le permiten distinguir muy bien contra qué está queriendo luchar.
Un golpe no es suficiente y va a forcejear tanto como se lo permite el cuerpo para que lo sueltes, quejándose por ello. Notarás que está hecho un desastre, para nada desprende la imagen de la ocasión pasada en el bar.]