[Como si no hubiera sido suficientemente evidente que quieres tenerlo ahí metido en la habitación... ahora le pides un beso, la audacia.
Pero es un cretino, y se va a reír un poco mientras puede que se incline ligeramente hacia la camilla.] No creo que tengas problemas con eso. Todavía tienes una mano. [Úsala para algo bueno.]