[No se va a disculpar por el ligero quejido que le sacas por esa placentera caricia la zona en donde está su cicatriz.
Sus manos presionan algunas de tus cicatrices una vez que le ayudas a desvestirte mejor, memorizándolas al tacto con cada caricia. Y cuando consiga romper el beso de nuevo va a murmurar peligrosamente pegado a ti:] Márcame.