[No es algo que hubiera pensado con detenimiento, se dejó llevar por el impulso. Cada una de las cicatrices que llevas en el cuerpo le parecen hermosas y la de esa mano no es diferente. Te hacen único.
Y va a sostenerse de ese brazo un poco más, lo que le permitas en ese estado de ligero letargo que sigue teniendo. Es su turno de cerrar los ojos por un momento para relajarse un poco y para no pensar en nada que no sea en lo tibio que te sientes o lo agradable que es estar recostado ahí, sin decir ni una sola palabra.]