[Esa también es otra de las razones por las que no se ha invitado a ducharse contigo. Sabe que no es una buena idea y cree que ya te ha quitado tiempo suficiente ahí adentro.
En silencio te sigue con la mirada mientras te alejas al baño, distrayéndose con tu espalda y medio que sonriéndose por esa ridícula trenza que tienes. Cuando logre escuchar la ducha, aprovechará para buscar sus cigarros y encender uno porque le hace falta.]