[Mejor no asumir nada. De hecho, a pesar de que escucha claramente tu comentario prefiere no hacerse demasiadas ideas con eso y sube silenciosamente por las escaleras del edificio después de aplanar unas cuantas calles contigo.
Al abrir la puerta te invita con un gesto de cabeza a para que entres. Es un lugar sencillo, pero milagrosamente no está hecho un desastre como te lo podrías esperar. A lo más, podrás notar arrumbado un cenicero con varios cigarros aplastados y una taza de café vacía sobre la mesa del comedor.]