[Esa es una buena instrucción que escucha perfectamente en su oído. Inquieto y con algo de torpeza va a usar ambas manos para tomar tu prenda, tironeártela de la misma forma que lo hizo con tu abrigo para desnudar tu torso.
Jadea entre un beso y otro, sin poder concentrarse mucho en otra cosa que no sea aplacar la necesidad que tiene por tenerte más y más cerca.] Tú, también- [Balbucea, pero por si no ha quedado claro lo que quiere, va a levantarse ligeramente la camiseta con una mano para mostrarte una porción de su pálido abdomen, sin marcas ni golpes nuevos.]