Cuando finalmente siente la fricción de piel con piel se estremece, notar que estás igual de impaciente que él, que también quieres esto hace que se ponga más ansioso que en un principio. Y va a gemirte un poco más fuerte, aprovechándose de que tu rostro está cerca del suyo y que puede inclinarse a lamer y morderte el mentón y una parte del cuello.
Va a moverse contra ti otra vez buscando más contacto, frotarse entre ambos aunque las ganas no le faltan de poner una mano encima para hacerlo mucho mejor-] Tócame, r-rápido... [Y va a seguir demandando tus atenciones. Todas ellas.]