[Y va a seguir distrayéndote, besándote brusco y lamiendo un poco tus labios que de seguro debió partirlos en su mordida. Hasta que note que cambias de idea y por lo visto ahora tendrás que conformarte con el pasillo que comunica la sala con el dormitorio.
Con la espalda bien pegada a la pared va a anudarte firme las piernas a la cadera, sintiendo el ligero escalofrío cuando te siente entre sus glúteos y no puede evitar mirarte, mientras sonríe a gusto y sumamente excitado porque ya lo provocaste lo suficiente.] Hazlo.