[Las sensaciones que le has provocado son tan nuevas que no sabe cómo asimilarlas.
Lo mejor que puede hacer para entonces es quedarse con la mente en blanco, afirmado de ti con fuerzas. Con sus piernas encadenadas a tu torso sintiéndose ahogado por tu cercanía, tu tacto y esas embestidas erráticas que terminan por hacerle sentir marcado y lleno de ti.
Su último jadeo es más como un suspiro, antes de que apoye su frente en tu hombro con su respiración vuelta un caos.]