[Él va a. quedarse ahí con el rostro contra tu cuello unos momentos también. Necesita recuperar no sólo el aliento, sino que además la coherencia y la respuesta de sus piernas, que no confía mucho en que vayan a sostenerlo bien ahora mismo. Por eso continúa apoyándolos contra la pared, dándoles a ambos ese minuto para recomponerse un poco después de... todo eso.
Y está bastante cómodo ahí, contra tu cuello, sintiendo tu calor, la vibración de tu pulso y tu respiración.]