[Sí, tú eres su problemita.][Se remueve apenitas contra tu mano, casi distraído, poniendo más atención a tu boca, empujando su pulgar más en ella, lento.]
[...] Sé que quieres provocarme. Pero ya lo haces, Towa. Me gusta mucho más que sólo tu boca. ¿Por qué crees que no dejé de pensar en ti todo este tiempo?