[En esos momentos que rompes el beso buscará besar por tu rostro, tu quijada, antes de volver a tus labios. Se siente abrumado por ti, sí, y esto no es lo quería intentar ahora, pero no le importa en lo absoluto si puede tenerte así desesperado encima de él.
Aunque él no suene mucho mejor, la verdad. Se siente llegar al límite, y masculla varias veces su nombre también, antes de gruñir más fuerte, y terminar sobre las manos de ambos con un estremecimiento.]