[Nada de lo que ha pasado ese día lo tenía considerado, honestamente. Su pecho se siente agitado y el rostro le arde un poco con tanto beso que le quedas en medio de los espasmos de placer que está teniendo.
Los gemidos que emites retumban en sus oídos y claramente no es mucho lo que logra aguantar después de que llegas entre sus manos. Al poco rato termina viniéndose con un gemido más agudo que ahogará contra tu cuello, mientras entre sus caderas hay un completo desastre...]