[Según su criterio, sí. Sentirse tan expuesto y dejarse leer con más facilidad no es algo a lo que esté acostumbrado y hace que quiera salir huyendo. Es absurdo porque confía en ti tanto como tú lo haces con él, como se hicieron dar a entender antes de que tú te marcharas. Pero quizá es esa confianza precisamente su problema, saber que a ti ya no puede ocultarte nada... le asusta.
En algún punto de las embestidas con ese tercer dedo va a sacudirse violentamente hacia atrás y tiene que soltar las sábanas para intentar tomarte de la muñeca con su mano mientras tiembla, como si quisiera frenarte. Lo que sea que estés haciendo con la mano se siente demasiado bien.] Espera- n-no... ¿qué estás h-haciendo?