Tiene que hacer una pequeña pausa porque tu tonta cara y esa elección de palabras le provoca un placentero escalofrío.] No prometo nada. [Sonríe otro poco y te deja un beso muy breve en los labios, antes de que sus manos empiecen a recorrerte el torso por un rato, hasta que cierra las manos en los bordes de la prenda tironeándotela un poco.] Me estorba. Quítatelo.