[Él estaba mirándote en silencio, acariciando con su mano limpia por tu espalda, buscando que puedas relajarte. Y está pensando fuertemente... lo mucho que te quiere, lo mucho que le gustas, tan intensamente que por un momento siente simplemente el impulso de decírtelo y ya.
Y casi lo hace, abriendo la boca... pero tu comentario lo interrumpe, y lo descoloca un momento.]