[Tus caricias le generan un pequeño escalofrío en las piernas, pero cuando ya está sentado sobre tu regazo no pasan ni dos segundos para que se incline a hacer lo que le pides...
Es un beso más lento y también un poco más torpe, donde se le escapan algunos ruiditos entre los espacios de pausa que deja el contacto a medida que empieza a mover su cadera sobre ti.]