[Tú quieres dejarlo en blanco, ya lo notó... pero está bien, no tiene quejas. Su respuesta a esa mano en su desatendida entrepierna es contraerse un poco sobre ti en un espasmo, todo su cuerpo en general estando bastante sensible a cada posible nuevo estímulo.
Jadea contra los dedos en sus labios y sigue moviéndose hambriento sobre tu regazo, encontrándote entre las embestidas con insistencia pero cada vez con menos control.]