[Eres muy atento, él ni siquiera está haciendo un esfuerzo por ayudarte a limpiarte. Está ahí quieto, mirándote con detenimiento y bastante cerca considerando el poco espacio de la ducha.
Ríe leve, para quedarse ahí y hablar quedo:] ¿Tanto te afecto?... Dime, quiero escucharlo.