[Eso también se siente extraño. Hasta el abdomen se le contrae un poco en un espasmo cuando tus manos empiezan a deslizarse por su cuerpo con esa familiaridad. Tal vez es el efecto que le ha dejado oír antes que no eres capaz de quitarle la vista de encima, que no dejas de pensar en él.
En un punto por la falta de aire se ve obligado a apartarse de tu beso, tomando unas bocanadas de aire un poco más grandes mientras te mira... y ese contacto visual por alguna razón lo hace sentir más expuesto e inquieto.] Kazu...