[Yeah, no hace falta aclarar el origen de algunas cosas que sabe por cortesía de su historial del pasado. Aun así, tu pregunta le hace sonreír.]
Veo que te gusta. [Encoge un poco los dedos sobre la punta y luego te vuelve a masajear y busca con la mirada la botella de lubricante que tienes por ahí, como si con el gesto silencioso te indicase porque te coloques un poco más. Está demasiado ansioso y no es como que pretenda quedarse así por más tiempo.] Kazu-- te necesito.