[... Bien, eran las muy malas noticias, entonces. Y claro que reconoce tu respiración, pero guarda silencio y deja que el hombre al otro lado de la línea hable.
Y no dice nada, porque su voz lo traicionará, o comenzará a insultar a su interlocutor, o a pedir que no te hagan nada, y eso sólo los alentará más. No, mejor es guardar silencio, y simplemente decir al final:]
Allí estaré. [Antes de colgar. Y luego darse un par de minutos para calmarse, ordenar su cabeza, y decidir su próximo movimiento.]