No eres muy bueno disimulando. [Y eso le sirve, porque puede intentar presionar un poco para sacar algo de ti. Olvidarse de sus propias inquietudes y dejarse usar hasta que consiga apagar su cerebro.
Hace poco poco más de presión en su agarre y se te trata de subir encima, con la intención de que sea el propio peso el que los haga caer sobre tu sillón.] Hasta hace un rato noté que no dejabas de mirarme.