[Pero semejante confesión no es algo que pueda ignorar, no lo mereces.
Hace una pausa para calmar su respiración y ordenar sus ideas, cosas que también ha ido podido entender mejor con el paso del tiempo. Al final, la misma mano de la que lo estás sujetando la estira para apoyarte la palma en el pecho.] Incluso si no sé nada de amor, eres realmente interesante y quiero seguir aprendiendo más de ti. [...] Las facetas que nadie te conoce, lo que ocultas detrás de una sonrisa, los celos irracionales que tienes, tus ambiciones... enséñamelo todo, Kazuhiko.