[Te colabora sin ninguna queja y ya desnudo te mantiene la mirada con una ligera sonrisa.
Luego será su turno de forcejear un poco con el resto de tu ropa para quitarla del camino, aunque en un momento de tironear tiene que hacer una pausa por una punzada de dolor en su cuerpo. Los golpes de antes haciéndole un recordatorio de que siguen ahí. Parece que va a necesitar más de tu ayuda.]