[No tienes que preocuparte por eso, se ha encargado amablemente de venirse entre tu estómago y el suyo durante tus últimas estocadas que sin duda le nublaron el pensamiento.
Cuando te desplomes va a recibirte entre sus brazos, firme y todavía con la respiración deshecha. Está exhausto, sudado, pero lo que menos quiere es tenerte lejos de su cuerpo.]