[En algún momento notará el parecido con un gato, pero por ahora está más preocupado de estar escondido ahí contra tu cuerpo, reconfortándose con la cercanía.
El pecho se le encoge al oírte y frota un poco más el rostro contra tu cuello. Mierda- si a él le genera alivio oír algo así, seguramente a ti...] También yo. También... te amo. [Es difícil verbalizarlo y se siente muy extraño. Pero ahora, en este momento, no quiere que te queden dudas de lo mucho que aprecia tenerte a su lado.]