[Vuelve a reírse apenas, divertido con tu impaciencia. Le encanta eso, como le encanta todo de ti.
Te besa de regreso de la misma forma, acariciando tu espalda, maravillado de poder estar viviendo este momento. Hace un par de años su dolor y su soledad lo agobiaban, y lo único que lo motivaba a continuar era vengar a Oruha y Suu.
Pero hoy... te tiene a ti, y la vida que se han construido. La certeza de que tú lo quieres a tu lado, y de que él te quiere siempre en su vida. La tranquilidad de saber que pudo hacer justicia por Ora y Suu, a su manera, y de que siempre podrá recordarlas.
Y eso (y esto, piensa, mientras no deja de besarte, acurrucados sobre el sillón de su casita) es más que suficiente.]