[Es ese color rojo de alerta en tu humo el que precisamente le despierta el interés.
Tu tono de advertencia le resbala completamente, puede seguir intentando escarbar un poco más para entender mejor qué problema hay contigo. Hasta del entusiasmo siente que la herida del brazo le arde un poco.] Esa es la forma en la que responderías cuando no te agrada que te digan una verdad en la cara, ¿no?