[Qué clase de bestia tiene encima siquiera. En fin, muerde todo lo que quieras.
Sonriéndose va a insistir con el roce de su pierna contra ti, una, dos, tres veces...] ¿Te estás torturando o qué? [Murmura al dejarle espacio a tus dientes recorrer su cuello, no sin antes darle otro jalón a tu cabello, con reproche.] ...Ya cógeme de una vez.