[No, eso es lo que él quiere y no va a aguantar que sigas evitando que se lastime. ¿De qué otra forma va a sentir algo si no es de esa forma?] Cállate.
[Refunfuña y te pone las manos por encima de las tuyas, forcejeando con su cadera para seguir bajando sobre ti, dejando que se le escape otro ruidito más agudo al hacerlo.] Mierda-- eres muy grande... [Bueno, de qué se sorprende si de por sí eres un poste, ugh.]