[Entre gemidos y uno que otro ruido ahogado va a estremecerse con algo más de violencia cuando das con el lugar correcto.
La sensación es placenteramente dolorosa. Sin prepararse adecuadamente es obvio que su cuerpo tiene sus complicaciones para recibirte, pero es lo que menos le importa. Te lo hará saber con la forma en la que te tironea más del pelo ante cada mordida que propinas en su piel. Ya casi...]