[La parte buena de llevar algunos días en tu departamento es que sabe más o menos la ubicación de algunas cosas. Así que hace una pausa para ir al baño y regresar de ahí con el botiquín con el que curaste sus heridas la primera vez, dejándolo abierto a un lado tuyo.
Luego se sienta frente a ti, peligrosamente cerca con la mirada clavada en la tuya, estudiando en el proceso el comportamiento de tu humo.] Esa es una buena mirada.