[Está guardando cuidadosamente esos sonidos en su memoria, para recurrir a ellos en noches solitarias.
Y escucharte así sólo lo anima más-- además que has conseguido mantenerte quieto, y eso amerita la recompensa que prometió. Lleva una mano a tu cadera, dándole un apretón como animándote, y hace un sonido por lo bajo como un gruñido afirmativo, frotándote y apretándote en su mano ahí donde te cubre, queriendo que lo sientas por todas partes. Vamos, déjate ir...]