[Está perdiéndose muy rápidamente en el placer, pero aún alcanza a pensar que es una lástima que no sea tan grande allí abajo como tú, porque con ese mismo entusiasmo podrías estar tomándolo en tu boca y ahogándote con él como casi lo hiciste con sus dedos...
La mera imagen basta para hacerlo terminar, fuerte, estremeciéndose contra ti y balbuceando tu nombre en quejidos más agudos.]