[Siente un estremecimiento y un nudo en la garganta, trayéndolo un poco más de vuelta a la realidad. No digas tonterías. Se separa con mucho esfuerzo, aún algo tembloroso, y busca mirarte, algo sin aliento y sonrojado aún.]
... Y tú tienes manos muy hábiles. Pero eso ya-- ya lo sabía. [Haha. Hi.] ... Eso se sintió muy bien, Jayce. Gracias.