[Suelta una risa seca con los labios apegados en tu pulso. Tu encantadora queja le hace dejar un nuevo beso sobre tu piel, como una disculpa.] ¿No es a eso lo que le se le conoce como Carpe Diem, Chris?...
[Su mano hábil, maniobra para colarse bajo tu camisa teniendo oportunidad de acariciar directamente sobre tu piel. La fricción sigue insistentemente.]