¿Lo soy? [Mantiene su agarre firme en tu cabello, pero con la punta acaricia tu nuca, dejando besos sobre la mordida en tu cuello, lamiendo la sangre que cae y volviendo a clavar los colmillos en tu piel, hablando entre cada succión, su otra mano acariciando hasta tu abdomen.] Eres muy descarado, maestro, para decirme algo así...