No me subestimes así. [Te dice en tono firme, y como para reafirmar su punto muerde con más fuerza tu cuello, como un depredador a su presa, girándolos para empujarte contra el sofá. Vaya niño criaste.
Separa tus piernas con su mano, sin tocarte directamente aún, pero sus dedos haciendo círculos cerca.] No es una obligación, sabrás todo a su tiempo, eso puedo prometértelo.