[Quisiera preguntar sobre esa ira que estás sacando justo ahora, pero será paciente. No es algo que la sed pueda saciar evidentemente.
Ni siquiera intenta forcejear cuando retienes su muñeca de regreso al sillón. Muy por el contrario, jadea con tu pierna entre las suyas y trata de retenerla ahí haciendo algo de presión.] No tengo derecho a inquietarme pero tú si de sacarme en cara que he sido un ingrato. Eres increíble, mi amor.