[Eres terrible y obsceno y te ama tanto. Se acerca a lamer tu lengua, sujetando con más fuerzas tus muñecas, mueve sus caderas hacia ese pie un par de veces pero luego sujeta tu pierna con su otra mano para evitar el movimiento.]
No está en posición de darme órdenes, Maestro. Mucho menos de exigirme... [Ya que te tiene atrapado, busca una arteria que aún esté intacta en el espacio sensible de tu cuello que queda por morder, enterrando los colmillos sin aviso.]